Manifestaciones por la democracia

Bulgaria se unió ayer, por primera vez, a la corriente aperturista que está viviendo toda la Europa del Este. Entre 4.000 y 5.000 personas, pidiendo «democracia» y «glasnost», se manifestaron a última hora de la tarde frente a la sede gubernamental en Sofía. La multitud aprovechó una pequeña marcha organizada por el grupo ecologista no oficial «Ecoglasnost» para entregar una petición acerca de los problemas medioambientales a representantes del Gobierno.

Policías uniformados rodearon la plaza central de Sofía, pero no intervinieron cuando seis miembros del grupo hizo entrega de la carta, la primera de este tipo en 45 años. «Fue un hecho electrificante, el mayor sigo de apertura que parece haber nacido aquí», dijo un diplomático occidental que se hallaba entre los manifestantes. La portavoz de «Ecoglasnost», Dimitrina Petrova, señaló que había entregado el documento con 11.545 firmas al vicepresidente de la Asamblea Nacional, Angel Dimitrov. Mientras la carta era entregada, la multitud cantaba partes del himno nacional y pedía democracia y libertad. A los 15 minutos, respondiendo a la petición del secretario de «Ecoglasnost», Petar Slabakov, la multitud se dispersó pacíficamente.


En las protestas participaron diplomáticos extranjeros y delegados extranjeros de las 35 naciones asistentes al congreso sobre protección medioambiental que terminó ayer. Algunos de los líderes de la disidencia también tomaron parte. La actividad disidente en Bulgaria ha florecido en las últimas tres semanas como consecuencia de esta conferencia internacional, que ha sido utilizada para hacer públicas las peticiones.

«Ecoglasnost» y otros grupos disidentes han celebrado sus primeros actos públicos y ruedas de prensa a partir del pasado ,16 de octubre, cuando empezó el forum. El jueves por la noche, más de 500 búlgaros llenaron un cine de Sofía para asistir al primer acto público del Club de Apoyo a la Perestroika y a la Glasnost. El público acogió calurosamente los llamamientos de los oradores a las reformas democráticas. Los principales líderes del «Ecoglasnost» y los disidentes políticos fueron ovacionados, besados y abrazados por numerosos transeúntes durante la manifestación de ayer. Activistas políticos y diplomáticos occidentales temen que las férreas autoridades búlgaras aplasten la incipiente disidencia cuando las delegaciones y los periodistas extranjeros abandonen Sofía. La Policía golpeó a miembros de «Ecoglasnost» el pasado jueves mientras recogían firmas para la petición entregada hoy. 

La periodista búlgara Todorka Todorova, de 46 años, perseguida por la Policía política del país durante años, llegó ayer a Yugoslavia, desde donde espera emigrar a España. Todorova, que trabajaba en el periódico Maiak de Varna, ha vivido escondida en casa de una amiga desde hace dos años huyendo de la Policía, que amenazó con internarla en un hospital psiquiátrico debido a sus ideas políticas.

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